Partiendo de las teorías situacionistas, que proponían una ciudad lúdica en donde las reglas del sistema pudieran ser transgredidas, construyendo espacios de libertad, proponemos una aproximación al espacio urbano como espacio de “libertad creativa”, en donde a través de la experiencia estética y dinámica del arte urbano, se presenten ideas para ser cuestionadas o replanteadas.
Habitar, NO AUTORIZADO plantea un enfoque de la ciudad como un espacio cultural ligado a procesos colectivos y subjetivos de construcción social.
A partir de los proyectos de doce creadores, cada uno de ellos, con una intención y una perspectiva diferente pero todos proponiendo reflexiones o cuestionamientos en torno a lo urbano.
Entre los creadores seleccionados se cuentan diseñadores, graffiteros, fotógrafos y artistas visuales que desarrollan propuestas de pintura, instalación, performance y vídeo.
Sin embargo, a pesar de la diversidad de sus planteamientos, los artistas que colaboran con este proyecto, tienen en común la participación y la contemplación activa del entorno urbano. Son creadores que convierten la superficie de su obra en soporte de un discurso, campo de sugerencias, de lecturas y relecturas, acotadas con límites siempre móviles y con la potencialidad de hablar a las diversas sensibilidades contemporáneas.
El proyecto tiene como misión fundamental promover la experiencia estética de manera cotidiana, necesaria en la formación integral del ser humano, sensibilizando a los transeúntes, despertando en ellos el interés por los diferentes lenguajes creativos, las diversas maneras de pensar y expresarse de otros seres humanos y otras culturas. Estimulándose la reflexión y el respeto por la creatividad constructiva a través de una obra de arte, el individuo es capaz de conocer las distintas maneras de pensar y la expresión de otras culturas, siempre desde la creatividad constructiva.